Tras un mal negocio, Hugo termina hospitalizado, herido de bala. Lo que no se espera Fredy, su hermano pequeño, es que Luana, el único amor verdadero de Hugo, está embarazada.
Decide tomarse la justicia por su mano, y no le queda más remedio que dejar de lado su vida de estudiante y el futuro acomodado que previsiblemente le esperaba para adentrarse en el mundo del que tanto Hugo como sus padres le habían estado intentando mantener al margen con tantas fuerzas durante toda su vida.
Fredy nunca habría podido imaginar que durante su andanza en la mayor organización criminal de Europa, encontraría a una especie de familia llena de grandes amigos y mentores e, incluso, el amor.